El aprendizaje de esta lengua, desde pequeños, ayuda a la formación de habilidades para la adquisición posterior, con mayor facilidad, de otros idiomas. Además, permite a los estudiantes tener mayores posibilidades de movilidad en el exterior, así como establecer relaciones interculturales y recibir el conocimiento originado en Alemania y los demás países de habla germana, teniendo en cuenta, además, que se entiende a Alemania como el motor de la economía europea. El aprendizaje del idioma posibilita entender los aspectos históricos, sociales y políticos del país y la región, comprendiendo que el acceso a una buena formación es la base para la riqueza, en todos los ámbitos, de un país.