Nuestro Campus no es solo un campus escolar

Recientemente nos preguntaron qué es lo que más nos gusta de nuestro Colegio, y -en realidad-, no fue demasiado complicado pensar en una posible respuesta. 

POR: AMALIA PÉREZ CORTÉS Y PABLO RAMÍREZ MONSALVE, estudiantes de Klasse 11 (Publicado originalmente en alemán)

De inmediato vino a nuestra mente el enorme Campus, el cual se constituye es un espacio ideal para aprender, y nos ofrece por ende diversas posibilidades. Cuando éramos pequeños, nuestros profesores nos llevaban al bosque en el rol de “Pequeños Científicos”, para aprender de la vegetación, observar hongos… Y así, las clases eran más entretenidas e interesantes. 

En las clases de Música realizamos actividades al aire libre y, al momento de tocar nuestros instrumentos bajo el cielo azul, nos sentimos aún más libres. El sonido del agua de la quebrada acompaña estos mágicos momentos. Debido a que el Colegio tiene muchas mesas y kioskos en zonas verdes, también contamos con muchas oportunidades para estudiar fuera de los salones, cambiar de ambiente; y por fortuna, esto es algo que nuestros profesores permiten sin mayores complicaciones; para dejar de lado la monotonía, y dejar volar nuestra creatividad. 

El árbol del parque central siempre fue un elemento esencial de nuestra educación, no solo como estudiantes, sino también como seres humanos. Durante los años, este no era solo una referencia geográfica y natural, sino también el “Árbol de los Deseos”, alrededor del cual giraba un sinnúmero de actividades lúdicas.  Nuestro Campus no es cualquier campus; es un enorme lugar para aprender. En él converge una Comunidad Educativa maravillosa a la que todos pertenecemos, y que hace uso colaborativo de los espacios.