En los zapatos del campeón
Los guayos, un aliado de los alemanes para obtener su primer campeonato mundial de fútbol en Suiza 1954.
Como el “Milagro de Berna” se recuerda la final de Suiza 1954 entre Alemania Federal y Hungría, quien era el favorito, ya que llevaba 33 partidos sin perder, venía de obtener el oro en los Olímpicos de Helsinki 1952, tuvo al goleador del mundial (Sándor Kocsis) y, en ese mismo torneo, había golea-do 8-3 a los alemanes.
Los alemanes, que llevaron un equipo de futbolistas aficionados, pues no tenían un torneo nacional sino campeonatos zonales (Oberligas), tenían algo novedoso: guayos. Hasta entonces, se jugaba con botas de taches fijos, pero los hermanos alemanes Adolph Dassler (fundador de Adidas) y Rudolf Dassler (fundador de Puma) habían creado los guayos modernos, con corte debajo del tobillo y, en ese mundial, Adidas fue el proveedor de la selección alemana.
En medio del mal clima del partido final, los alemanes contaban con guayos de taches intercambiables para adecuarse al campo embarrado y esa tecnología les brindó una ventaja adicional. El inesperado resultado de 3-2 a favor de Alemania es llamado “milagro” por algunos, mientras otros le atribuyen gran parte del desenlace a la ventaja proporcionada por los guayos, el primero de los inventos alemanes de una serie que reseñaremos en nuestro periódico YACA.