Una oportunidad para cambiar miradas

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  “Más allá de la experiencia de buceo, el viaje es una experiencia social de vinculación con otras realidades”.   

Luisa Navarro se levantó con un poco de fiebre y, aun así, se montó al avión que la llevaría hasta Cartagena. Allí, tomó una lancha, junto a sus compañeros, para llegar hasta Isla Fuerte. En esta población del departamento de Bolívar, se realiza una de las actividades centrales que viven los estudiantes de Klasse 8 del Colegio Alemán Medellín. “El objetivo de este viaje es que los jóvenes estén en contacto con nuevas culturas y que, además de certificarse como buzos, puedan establecer una relación con personas que tienen un estilo de vida muy diferente al de ellos”, explica Miguel Ángel Vergara, docente de Mittelstufe. “Es una forma en la que los estudiantes ad-quieran nuevos conocimientos, nuevas habilidades y forman nuevos valores”, agrega 

Oscar Mario Ceballos, director de Mittelstufe, quien también asegura que “otro de los objetivos del viaje tiene que ver con que creen lazos más fuertes entre ellos mismos, que empiecen a interactuar en espacios diferentes al aula de clase”. 

En su experiencia, Luisa descubrió un mundo nuevo y, según ella misma, volvió con una visión muy diferente del mundo. También lo dicen Felipe Posada y María Posada, compañeros de Luisa en esta aventura. “Al principio, lo que pensábamos que iba a ser lo mejor era la certificación en buceo, pero el contacto con los niños de la isla es algo que te cambia por completo”, aseguran los tres estudiantes. 

Y es que, durante poco menos de una semana, los estudiantes que interactuaron con jóvenes y niños de la isla tuvieron la oportunidad de aprender de situaciones antes desconocidas. 

La actividad se desarrolla en el Colegio hace 20 años y en estas dos décadas se ha visto una evolución más que evidente. Poco a poco, el viaje ha dejado de ser una excursión de buceo para convertirse en una experiencia social de vinculación con otras culturas. “Que los muchachos se enfrenten a no tener agua las 24 horas del día o a que la energía eléctrica es muy limitada, los empieza a enfrentar con otras realidades y les da la oportunidad de ver el mundo desde otro ángulo”, agre-ga el profesor Vergara. Durante la estadía en Isla Fuerte se le asigna a cada uno un compañero nativo, quien será el encargado de acompañarlo en la experiencia. “El primer día, pude recorrer gran parte de la isla; sin embargo, no pude conocer la casa de mi guía, Valeria, porque para llegar había que atravesar muchos pantanos y eso me hace pensar que uno no necesita muchas cosas para ser feliz, porque ellos siempre tienen una sonrisa en la cara”, recuerda Felipe. 

Las experiencias incluyen diferentes trabajos de inmersión en la cultura, como muestras gastronómicas y juegos tradicionales de esta comunidad raizal. Al mismo tiempo, el viaje tiene un objetivo educativo, pues mientras los estudiantes viven nuevas situaciones, los docentes acompañantes hacen programas de capacitación para sus colegas de la Institución Educativa Isla Fuerte. De ese modo, han entregado nuevas herramientas para la enseñanza de los idiomas, robótica y para el manejo de la biblioteca, entre otros aspectos. “Hemos dado apoyo en procesos que luego se convierten en una forma de impactar a la comunidad de Isla Fuer-te”, expresa Oscar Ceballos. Al respecto, Eduard Robiño, docente de la I. E. Isla Fuerte resalta que la relación con el Colegio Alemán Medellín le ha dado cosas muy positivas a la institución y a la Isla: “hemos aumentado el nivel académico de nuestros estudiantes y eso ha sido muy gratifican-te”, concluye.