Aulas que redibujan las fronteras

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En 2017, Alemania aumentó en 22 millones de euros el presupuesto para apoyar la Red de Colegios Alemanes en el extranjero.   

Colegios alemanes en el extranjero, importantes para el futuro de Alemania, según los datos de la Oficina Federal de Estadística (Destatis), en 2015 la tasa de natalidad en Alemania llegó a 1,5 hijos por mujer, la más alta de los últimos 33 años, motivada, en parte, por el repunte entre las madres extranjeras que habitan el país europeo. Sin embargo, está lejos de la meta de 2,1 hijos que se estiman necesarios para el relevo generacional. 

Por esto, para enfrentar el reto del envejecimiento de su población y de conservar su liderazgo en materia de industria y tecnología, Alemania genera las condiciones para que más jóvenes lleguen a sus ciudades y, para esto juegan un papel importan-te los Institutos Goethe, que multiplican la cultura y el idioma en el mundo, junto a la red de 142 colegios alemanes en el extranjero, pues forman cientos de miles de jóvenes con altos estándares académicos e inmersos desde pequeños en la cultura y el idioma alemán, lo que posibilita que deseen formarse como profesionales y desarrollar sus carreras allí. 

“Los colegios alemanes en el exterior son pilares de la política del Ministerio de Relaciones Exteriores”, resume Dominik Scheuten, Rector del Colegio Alemán Medellín, e ilustra que cada mes de enero el Ministro se reúne en Berlín con los rectores de todo el mundo y cómo, para este año, el Gobierno aumentó en 22 millones de euros el presupuesto para apoyar la red, pese a tener que enfrentar los costos extras de la llegada de más de un millón de refugiados.

Una red sólida

Aunque en Estocolmo hay un colegio alemán de más de 400 años, desde 1880 los colegios alemanes en el extranjero se han consolidado como entidades privadas que reciben apoyo económico de Alemania, con el claro objetivo de consolidar una élite educativa mas no económica, pues su estructura no es comercial. Y la ayuda no solo es de fondos estatales; en Hungría, por ejemplo, hay un colegio en el que Audi asume el 25% del mantenimiento para facilitar la escolaridad de los hijos de los empleados que llegaron con la instalación de la planta en este país. De hecho, en Europa Oriental es donde se han creado colegios alemanes en los más recientes años, pues es una población muy cercana al idioma alemán, pero no había tenido la oferta necesaria. Hasta 2014, Alemania pagaba un número fijo de docentes o directivos docentes en cada colegio alemán en el extranjero y entregaba un presupuesto en dinero para la gestión de cada institución. Después de ese año, solamente paga directamente el sueldo del rector de los colegios que acogen el Programa del Bachillerato Internacional (IB por su sigla en inglés), de donde es relevado cada cuatro años. Además, aumentó el presupuesto en dinero para que cada colegio gestione la contratación de docentes extranjeros con conocimientos en lengua alemana y, como en el caso del Colegio Alemán Medellín, nativos del idioma inglés, la tercera lengua del plan de estudios, para lo cual es vital el trabajo en red de los colegios. Así mismo, Alemania mide el desempeño de cada colegio frente a aspectos como el número de diplomas de Bachillerato Internacional obtenidos y el aprendizaje del idioma alemán, para definir si el presupuesto de ayuda debe disminuir o aumentar. Además, monitorea el desempeño de los colegios alemanes en el extranjero con visitas periódicas de la Oficina Central, entidad que también brinda asesoría legal, técnica y financiera a los miembros de la red. 

Con intercambios deportivos, musicales y académicos, los colegios de los países y las regiones fortalecen los lazos entre sus alumnos, los mismos que se encuentran en las experiencias empresariales en el Parlamento y empresas en Alemania o que terminan siendo compañeros en las universidades de este país, al que llegan a capacitarse y hasta a vivir, para seguir escribiendo la historia de liderazgo alemán, la que se forma en cientos de aulas ubicadas más allá de sus fronteras.