Somos nuestras decisiones
Colombia vive en 2022 una nueva cita con la democracia. El pasado marzo tuvieron lugar las elecciones parlamentarias, mientras que las presidenciales serán en el próximo mayo. Como es natural, muchas de las conversaciones durante las últimas semanas han girado alrededor de candidatos, propuestas de gobierno y jornadas electorales. El diálogo también ha llegado a las aulas escolares: los estudiantes, inquietos por el futuro del país en el que habitan, cuestionan, preguntan e indagan para tomar posiciones, aunque aún la mayoría no puede votar.
La formación política en el Deutsche Schule Medellín es importante, tanto como lo es el valor de la democracia en Alemania y en Colombia. Cada año, entre enero y febrero, las aulas se convierten en escenarios de debate: una de las primeras tareas es elegir personero o personera y representantes de grupo (a partir de Klasse 5) para integrar el Consejo Estudiantil del Colegio -Cecam- durante un año.
Es deber del DSM brindar una educación encaminada a que los estudiantes puedan ser parte activa de la sociedad; por ello, la pedagogía de lo político apunta a la integralidad: entregamos herramientas para que sean capaces de tomar las mejores decisiones de forma autónoma e independiente, basados en el entendimiento de la realidad social que les rodea.
Desde Kindergarten se eligen temas, de forma democrática, para trabajar durante el año. También, en conjunto con Asopacal, se desarrolla el Programa Vivir, que ayuda a crear consciencia social. Más adelante, diversos programas como el Modelo de la ONU y la Mediación Estudiantil, entre otros, generan climas de participación escolar. Buscamos que los niños y jóvenes entiendan que pueden participar, opinar, indagar y tomar partido, siempre desde la tolerancia y el respeto por el otro y sus derechos. Verbos como analizar, argumentar e investigar hacen parte de la formación del DSM, en cada hora de clase y en todos los ámbitos, buscando que, además, puedan ser ejercicios cotidianos que permitan una buena toma de decisiones.
Se trata de que los estudiantes entiendan que, para generar un criterio propio, es preciso tener información suficiente, escuchar argumentos y saber identificar cuándo se entregan datos aleja- dos de la realidad que, incluso, se acercan más a la manipulación. Es el pensamiento crítico lo que queremos entregarles y darles como legado para la vida adulta; es la posibilidad de decidir por sí mismos, de manera libre y responsable. Por ello, autonomía y diferenciación, dos pilares de nuestro modelo pedagógico, son importantes cuando se habla de vida política y participación.
La democracia es un proceso que debe enseñarse. La información se recibe desde el colegio, pero también desde otros círculos como el hogar y los amigos. Somos corresponsables, con los padres de familia, quienes también deben brindar herramientas que permitan una mente informada, abierta y libre de discriminación a la hora de decidir. Al final, cada paso dado es algo que define el rol que cada ciudadano ejerce en la democracia.