Siempre ha sido inquieta por las cámaras. Ana Escobar quiere estudiar animación en Alemania y siempre ha encontrado la forma de desarrollar productos audiovisuales en el contexto académico. Fue por eso que la recomendaron para que hiciera un video ensayo sobre Benedikta zur Nieden, benefactora del Deutsche Schule Medellín. Se enamoró tanto de su historia, que terminó haciendo un documental. Nos contó sobre su experiencia.
DSM: ¿De dónde nace tu interés por la producción audiovisual?
Ana: “Siempre me ha fascinado el cine y, en particular, la animación. Comencé a editar videos cuando era muy niña; primero con juguetes y, posteriormente, con tareas escolares que requerían la creación de videos. Esto siempre ha sido una pasión para mí”.
DSM: ¿Cómo ha influido el Colegio en ese interés?
Ana: “El Colegio ha tenido un impacto significativo en mi interés por la producción audiovisual. No solo ha proporcionado tareas y proyectos que requieren la creación de videos, sino que también ha mostrado aprecio y reconocimiento por el esfuerzo y la creatividad de los estudiantes”.
DSM: Hablemos sobre tu documental. ¿Cómo surgió la propuesta y cómo evolucionó?
Ana: “Al principio del año escolar, mi profesora me informó que el Colegio quería rendir homenaje a Benedikta zur Nieden y sugirió que yo creara un video al respecto. En ese momento, no se mencionó la idea de un documental. Comencé a investigar sobre la vida de Benedikta, leyendo su biografía y explorando fuentes disponibles en la biblioteca. A medida que profundizaba en su historia, me di cuenta de que un video ensayo de 8 a 10 minutos no sería suficiente para abordar la amplitud de su impacto en la cultura local y regional. Mi investigación me llevó a entrevistar a su biógrafa y a su sobrina nieta. La conversación con expertos y la recopilación de material audiovisual llevaron el proyecto a convertirse en un documental”.
DSM: ¿Cómo fue tu proceso de investigación?
Ana: “La fase de investigación fue extensa. Durante las vacaciones de mitad de año dediqué mucho tiempo a la lectura de libros y documentos sobre Benedikta, además de mirar todos los videos disponibles en línea relacionados con ella. Descubrí que no había material audiovisual completo y de alta calidad sobre su vida, lo que me motivó a profundizar en su biografía. La biógrafa de Benedikta me proporcionó acceso a un extenso archivo digital con fotos y documentos. A medida que investigaba, seleccionar las imágenes y los eventos para el documental se convirtió en un desafío. Tenía que elegir entre más de 2.000 imágenes disponibles y decidir cuáles incluir en el documental.
DSM: ¿Cómo fue el proceso de escritura y creación de la historia de tu documental?
Ana: “Inicialmente, tenía la idea de dividir el documental en tres partes: la historia de Benedikta como alemana, su papel como filántropa y su vida personal. Sin embargo, con el tiempo, decidí centrarme en una narración cronológica de su vida. Empecé la historia con su viaje a Colombia, un punto crucial en su vida, y luego retrocedí para explorar su infancia. A partir de ahí, continué con la historia de su vida en Colombia, sus trágicas pérdidas, su trabajo filantrópico y su impacto en la comunidad”.
DSM: Además de conocer la historia de Benedikta, ¿qué otros aprendizajes obtuviste de este proceso?
Ana: “Adquirí habilidades para la gestión del tiempo. Antes, solía procrastinar, pero con la carga de trabajo del IB, aprendí la importancia de una planificación adecuada y la dedicación continua para completar proyectos a lo largo del tiempo. La experiencia de editar un documental completo también fue enriquecedora y me permitió desarrollar mis habilidades personales”.
DSM: De lo que has aprendido en el Colegio, ¿qué te ayudó a enfrentar este desafío?
Ana: “El Colegio y su enfoque en el Bachillerato Internacional me proporcionaron las herramientas necesarias para enfrentar este proyecto desafiante. La disciplina que adquirí a lo largo de los años me permitió gestionar mi tiempo de manera efectiva y mantener un enfoque constante en un proyecto a largo plazo. Además, el Colegio promueve la autonomía y el pensamiento crítico, habilidades que resultaron fundamentales para el éxito de mi documental. La educación que recibí me preparó para abordar proyectos complejos como este”.