Salsa y control

dsm-cristian

Cristian, una vida transformada por el proyecto solidario del Deutsche Schule Medellín 

Frente al micrófono, Cristian Camilo Jiménez Giraldo cierra sus ojos, pone en práctica la técnica vocal para mejorar su concierto de salsa, pero también recuerda las oportunidades que la vida le ha dado desde que en 2001 se cruzó con el proyecto solidario del Colegio Alemán, mientras cursaba segundo de primaria en la Institución Educativa Juan Echeverry Abad del corregimiento El Progreso del municipio de Itagüí­ la cual, a partir de este año, pasó a ser una sede alterna de la Institución Educativa María Josefa Escobar. 

Claudia Restrepo, vicerrectora del Deutsche Schule, apunta que lo que nació como una iniciativa del anterior vicerrector, Luis Carlos Velásquez, y un grupo de padres de familia, hoy es un proyecto que ha impactado la vida de cientos de niños y jóvenes. Previo diagnóstico, se priorizó la Juan E. (hoy I.E. María Josefa Escobar) e iniciaron una serie de acciones que han incluido bazares (con elementos donados por los padres de familia), restaurante escolar, la construcción de un bloque de aulas (en asocio con el Municipio de Itagüí), experiencias de integración de los estudiantes de ambos colegios, becas de intercambio en el extranjero y la creación, dotación y formación musical de la banda músico marcial. 

Encuentro transformador 

“Cuando íbamos allá a compartir con los estudiantes, nos parecía enorme la sede”, cuenta Cristian, quien empezó a ver el nombre del Colegio Alemán en la placa de cada nuevo salón y en las oportunidades de sus compañeros: “cuando estaba en sexto o séptimo me di cuenta de un amigo que viajó a Canadá y me propuse mejorar académicamente para presentarme a la beca”. 

Así, Cristian se convirtió en el quinto de los estudiantes de la Institución Educativa María Josefa Escobar que se ganó una beca para cursar el grado 12 en el extranjero. Y recuerda todo el apoyo del Colegio Alemán: “las maletas, la ropa, el viaje a Bogotá para la visa, las clases de italiano…”. Después de pasar las pruebas y los trámites, Cristian viajó a Italia donde pudo “conocer otra cultura, aprender otro idioma, compartir con otra familia. Todavía les digo papá y mamá a las personas que me recibieron allá, como un hijo. Eso es lo que más he atesorado”. En Italia participó de un Laboratorio de Música y mejoró sus técnicas, lo que hoy le permite trabajar cantando, en una experiencia que incluye presentaciones en fiestas privadas, conciertos en tablados y ser el cantante de planta de una discoteca de Itagüí. Apasionado de la salsa, este estudiante de Enfermería goza desde 2015 de una beca de sostenimiento universitario otorgada por el Colegio Alemán Medellín. Por eso tiene la gratitud a flor de piel, por eso pone lo mejor de sí mientras abre las puertas de las oportunidades y hace de la canción Salsa y Control, de los Hermanos Lebrón, su banda sonora cuando le dice a la vida “tú me das la llave, yo pongo el sabor”.