La norma como expresión de afecto
Las normas son una expresión de amor, porque le ayudan al niño a estructurar una realidad en la que tiene que vivir”, explica Federico Cañón Bolaño, consejero de Kindergarten y Oberstufe del Colegio Alemán Medellín.
“La norma y el límite ayudan a estructurar el psiquismo (conjunto de los caracteres y las funciones de orden psíquico) y hay una confusión en pensar que estos coartan al niño, cuando son herramientas claves para el desarrollo de aspectos como la tolerancia a la frustración y que él entienda que no puede tener todo lo quiere pasando por encima de los demás”.
Nuestro Consejero asegura que el reto de los padres es establecer las normas, sin pasarse al autoritarismo, por lo cual no hace falta la cantaleta, el castigo ni el grito. Las normas se establecen en determinadas etapas del desarrollo de acuerdo con sus características, pues si bien al principio el niño respetará la norma para evitar un castigo, con el tiempo la irá viendo como un asunto de convivencia.
Aquí es indispensable entender el proceso de acuerdo con sus niveles cognitivos, pues “es claro que nadie a los cinco años tiene la capacidad de decir qué está bien o está mal”, por lo cual simplemente obedece a sus padres, pero a los 16 o 17 ya los chicos deben tener un nivel de reflexión que permita explicarles el porqué de las restricciones, con un mayor nivel de aprehensión y conciencia.