Sexualidad temprana: confianza y educación

CELULARES

Niñas y niños están expuestos a contenidos que, vistos sin orientación, llevan a la hipersexualización. Claudia Acosta, Consejera de la sección Grundschule, y Elizabeth Muñoz, Coordinadora de Convivencia Escolar, comparten cinco consejos sobre sexualidad temprana.

1. No hay temas prohibidos: los pequeños harán preguntas, ya que se encuentran en una edad en la que están descubriendo el mundo. Ante las preguntas sobre sexualidad, es importante ser honestos en las respuestas y usar un lenguaje apropiado para la edad del niño; nunca regañar, ya que se envía un mensaje equivocado. Si hay dudas, lo mejor es consultar con un profesional.

2. Establecer confianza: lo mejor que una mamá y un papá pueden hacer es crear ambientes se­guros para que los hijos hagan preguntas. "Si no hay confianza, seguramente irán con sus dudas a otros lugares. Y antes de que vayan a un lugar equivocado, lo mejor es que los papás sean su primera fuente de información", dice Claudia. También es clave fomentar un diálogo abierto y libre de juicios.

3. Inculcar el pensamiento crítico: las acciones en casa deben estar encaminadas para que los ni­ños puedan saber qué es lo mejor para ellos, por lo que hay que ser transparentes con la informa­ción que se les da, entregar contexto y ayudarles a entender siempre qué es lo mejor. Puedes ani­mar a tus hijos a hacer preguntas adicionales y explorar temas en profundidad.

4. Quitarse las propias taras: autoevaluarse, en cuanto a prejuicios y creencias personales, es un paso importante. Es fundamental promover la educación y la empatía al hablar sobre temas de sexualidad. Esto también puede incluir aprender cómo abordar cuestiones de género y orientación sexual. Por ejemplo, si en una película hay una si­tuación en la que se traten temas de sexualidad, la idea no es adelantar, sino poner pausa y hablar del tema.

5. Controlar el acceso a las pantallas: Elizabeth Muñoz recomienda controlar las pantallas, en cuanto al tiempo y a los contenidos a los que se accede. Para ello, hay herramientas tecnológicas, pero también debe hacerse un acompañamiento cercano para que los pequeños vayan creando su propio criterio sobre lo que es positivo y lo que no.